¿Qué significa morir intestado?
Se dice que alguien murió intestado cuando una persona fallece sin dejar un testamento donde indique explícitamente y cumpliendo ciertos reglamentos, su voluntad de disponer de sus bienes y propiedades después de su muerte, este supuesto también es conocido como sucesión intestamentaria.
¿Cuáles son los 3 escenarios comunes de sucesión intestamentaria?
- Cuando al fallecer una persona no deja un testamento (este es el caso más común).
- Cuando al fallecer una persona sí deja un testamento, pero este no detalla la disposición de todos sus bienes o posesiones.
- Cuando aún al existir un testamento, este es considerado nulo por algunas de las razones estipuladas por ley.
Cuando alguien fallece y no deja un testamento, la disposición de los bienes de la persona que falleció es incierta y, ante la falta del mismo, es común que la posesión de sus propiedades o bienes entre en litigio entre aquellos que se consideren sujetos a heredar estos bienes o posesiones, siendo generalmente familiares cercanos al difunto. Entonces es común que las familias inicien procesos legales, contratando abogados especialistas en el tema que inician procesos legales largos, burocráticos, que también pueden resultar dolorosos, pues enfrentan a las familias ya que las personas que se consideran con derecho legítimo de heredar en ese momento tienen intereses que pueden ser contrapuestos.
Un proceso de sucesión intestamentaria puede dejar a las familias divididas y en la bancarrota. La complejidad del proceso puede hacer que el trámite dure años. Lo peor de todo es que probablemente la persona que con años de trabajo y esmero formó un patrimonio para sus seres queridos, por no anticipar el momento inevitable de su muerte, sus familiares terminen peleados y quebrados.
¿Qué se aconseja para evitar estos escenarios?
Al llegar a la vida adulta y particularmente, aquellos que comienzan a acumular bienes muebles, inmuebles, instrumentos monetarios, acciones en empresas, terrenos, derechos y otro tipo de activos, se deben tomar el tiempo para reflexionar acerca de su voluntad e intención de heredar a las personas que así considere.
