El primer aniversario de la pérdida
Cuando lo supe entre en shock, me negaba a creerlo, sabía que me vida iba a cambiar y eso fue lo más difícil, la confusión, nada me parecía normal, estar sin ti. Pasaban los días y yo solo anhelaba verte, salía a la calle y pensaba en encontrarte, a veces sentía que me observabas, a los meses el vacío y el dolor no cesaban, llanto y tristeza eran mí día a día. Luego, un día no sé cómo pero supe que nunca más ibas a aparecer, fue el momento más extraño, pude sentir bajar el nudo en la garganta, pero también un agridulce en mi boca, sé que solo estarás en mi memoria, nuestros recuerdos, nunca pondrías tu mirada en mí como en aquel entonces. Me tomo otros tantos meses renunciar definitivamente a la esperanza de recuperarte y también comencé a vivir sin ti, pero vivir.
A.S.
Alguna vez acudí a una reunión en donde se hablaba sobre el análisis de una película, el tema era el amor, y entonces el psicoanalista que impartía la charla, nos cuenta brevemente sobre un caso que atendió, sobre una separación de pareja, el paciente de este psicoanalista hablaba sobre su llanto, las veces que pensaba en su ex pareja, y la tristeza que eso le causaba al mismo tiempo que se quejaba de sentirse así, “es que ya no quiero” “dígame licenciado, ¿cuándo dejaré de estar así?”, a lo que el psicoanalista respondió “el primer año es el más difícil”, el paciente dio un respuesta de sorpresa y le parecía algo absurdo.
El psicoanalista le explica y nos explica a nosotros que ha respondido eso, ya que el primer año después de una pérdida, es cuando uno empieza a pasar las primeras veces sin esa persona, la primera navidad, 14 de febrero entre otras fechas y entonces uno recuerda cuando esa persona estaba y ahora ya no.
Son las primeras veces de su ausencia en algo que era por así decir cotidiano. No podemos generalizar, hay casos en los que ocurre así, o personas que comienzan un año sin alguien que está desaparecido que ha sido víctima de algún acto como lo es el secuestro y entonces, hay anhelos, esperanza, incertidumbre y jamás se le podrá decir a la persona cuando es tiempo.
¿Qué puede pasar después de un año de su partida?
Es posible que a un año, ya pueda comprender que lo que le generaba dolor no era tanto por el hecho de la separación de la persona, que fue más bien reencontrarse cada vez con la realidad de que se ha perdido irremediablemente aquello, y que cada vez que se encontraba con esa persona en su memoria y buscaba traerla al presente era doloroso, comprender y darse cuenta de que lo que le estaba doliendo no era tanto su ausencia, más bien resurgirlo.
A un año ha pasado un proceso, tal vez para algunos ya sea más fácil hablar de la emoción, pero esto siempre dependerá de la personalidad, la madurez, la historia de duelos anteriores de cada quien e incluso la salud física.
Etapa de reorganización
Se puede considerar estar dentro de un proceso de duelo en una etapa de reorganización, si la persona ahora comienza a hacer planes de vida sin aquella persona, vuelve a tener metas o tal vez continué algunas de manera individual o con alguien más.
Todo esto dependerá del tipo de relación o parentesco que se tenía, la importancia del vínculo y los asuntos pendientes entre ellos.
Formas de apoyo
SI conoces a una persona que se encuentra en un proceso de duelo puedes apoyar, creando un ambiente donde pueda hablar libremente de la persona que ya no está, aun y te parezca que ya ha pasado mucho tiempo.
Permite que recuerde y se exprese.
Escucha sin juzgar el tiempo y transmite que está siendo escuchado.
Un nuevo año sin una persona, tiene un significado y percepción diferente para todos, no siempre significa solo el recuerdo o la nostalgia, a veces las personas aún pueden encontrarse en otra etapa del duelo, o todo lo contrario haber superado esa pérdida.
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Escrito por: Anabel Sauceda Balderas, Psicóloga y Psicoterapeuta
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