El apego y cómo lidiar con el
“El ser humano es extremadamente social, viene al mundo predispuesto a formar vínculos, a amar, a comprometerse, a disfrutar con éstos y arriesgarse al sufrimiento de perderlos. Sus relaciones son al mismo tiempo su gran fuerza y su gran debilidad. La felicidad y el bienestar producidos por el amor son equivalentes al dolor y el sufrimiento producidos por su falta¨.
Dra. Eliana M. Montuori.
Forjar una identidad como personas tiene relación con ir creando y perdiendo vínculos a lo largo de la vida.
Cuando existe una pérdida en este sentido no se trata en sí de romper el vínculo, más bien de una transformación de ese apego en algo que pueda ser superado y sostenido.
Se habla de apego como tema de este artículo y el autor Bowlby lo describe como cualquier forma de conducta que tiene como resultado el que una persona obtenga o retenga la proximidad de otro individuo diferenciado y preferido, que suele concebirse como más fuerte y/o más sabio.
¿Dónde hay apego?
Siendo el apego la creación de un vínculo intenso en donde se está seguro de que la otra persona protegerá, brindara lo que se necesita y será incondicional, lo observamos en la infancia en la relación padres o cuidadores y niños, pero esto puede ir cambiando a lo largo de la vida, entre parejas por ejemplo y no necesariamente tendrá que ver con el amor.
En los niños el apego se relaciona con asegurar la supervivencia, esto trae consigo la formación de autoestima, el apego crea una comunicación emocional privilegiada así como el refugiarse en situaciones de angustia o confusión para sentirse seguro.
En adultos, las relaciones de apego entre parejas (por ejemplo) al encontrar refugio en la otra persona cuando hay momentos de tristeza, angustia y malestar. Es una forma de ver o explorar el mundo desde el otro, poniendo la salida de seguridad solo por la existencia de esa persona y no de sí mismo.
En personas con discapacidad, en dependencia de los déficits que les afecten, es probable que los niños o adultos con discapacidad no puedan manifestar alguna o la totalidad de estas capacidades, necesitando siempre al otro y haciendo así un vínculo de apego.
Apego en el duelo.
Cuando se habla de duelo no solo se refieren a la muerte de un ser querido, sino también a saber afrontar el proceso de separación de esa figura. La ruptura de un vínculo, no solo es llorar por lo que está sucediendo en realidad, sino por todo cuanto ha existido y por todo cuanto hubiese podido existir.
En el duelo siempre se debe considerar la calidad de la relación que se tenía con la persona, las veces en las que se reactivan la tristeza y la angustia y es en el apego como ya se mencionaba en donde vendrán sobre todo sentimientos de inseguridad, pues significa perder a alguien que cubría las necesidades, considerado como apoyo, quien resolvía dudas y posiblemente ofrecía consuelo ante otras perdidas.
Durante el proceso de organización del duelo, en este caso habrá sentimientos de abandono más intensos pero también se pueden desarrollar nuevas habilidades de afrontar, y poder llegar a proceso de adaptación.
Habrá quienes por su historia, su infancia, vuelva a crear un vínculo de apego ahora con otra persona, o quienes comiencen a conocer y desarrollarse con seguridad propia, siempre será importante acudir a un experto y aceptar el apoyo de los demás.
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Escrito por: Anabel Sauceda Balderas, Psicóloga y Psicoterapeuta
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