El apoyo de los demás
Los otros no solo ayudan a contener las emociones de alguien que sufre, tienen la función de ser testigos de la historia de lo que sucedió. Son la manera de que exista un registro de lo que hubo, lo que fue, y que ahora ya no es.
Cuando hay una pérdida, es por medio de los demás, la gente cercana, aquellos testigos de esa historia que uno cae en cuenta de que algo se ha perdido.
¿Cómo puede ser esto?
Pensemos en el ritual de un funeral, la llegada de amigos y familiares vestidos de cierta manera, las anécdotas que cuentan, entre otros aspectos, nos hacen asimilar lo que está sucediendo, en principio ese proceso de darse cuenta de que esa persona se ha ido y que los otros los hacen realidad es doloroso y difícil, pero también estas mismas personas con su presencia y apoyo traen consigo la ayuda que se necesita.
El acompañamiento de un amigo durante una ruptura amorosa, su forma de apoyar al escuchar o dar su opinión y aliento aun y que se le hable sobre el mismo tema una y otra vez también hace que el proceso de duelo sea mejor llevado.
Sin la presencia de los otros.
Un ejemplo de la ausencia de nuestras redes de apoyo, es aquello que no se dice, de llevar un duelo a solas, es el caso de las relaciones secretas, cuando terminan, este dolor en solitario puede traer consigo síntomas físicos.
En este ejemplo si nadie sabía de dicha relación ¿Cómo pediríamos ayuda? ¿Cómo contamos sobre esa ruptura? Quien dará validez de que eso ha terminado aparte de los involucrados, incluso puede existir una negación a que esa ruptura ha ocurrido ya que no están los demás que con sus palabras y actitudes también lo comprueben.
Sin la presencia de familiares, amigos u otras personas seguramente quien este en duelo pasaría los días atormentándose en sus pensamientos y pudiera quedarse de cierta manera en una de las etapas sin poder seguir adelante.
Red de apoyo.
Una red de apoyo puede estar compuesta por familiares cercanos, familia extensa, amigos y compañeros de trabajo.
A veces la persona que se encuentra en duelo en principio no detecta su red de apoyo, más bien dice sentirse totalmente solo, es con el acercamiento de estas personas y su funcionalidad que poco a poco dentro de su proceso se puede ir sintiendo acompañado.
Si bien el duelo es una etapa que se vive de manera muy íntima y personal, permitir la entrada al acompañamiento de los demás si ayuda, sobre todo al ser escuchado, no son obligatorias palabras, con solo la presencia de alguien es mejor vivido.
Lo nuevo.
No todo lo que viene será doloroso, el interés y la apertura de quienes se acercan abre camino a comunicar, a crear y vivir nuevas experiencias, tal vez el apoyo de los demás no brinde un alivio inmediato pero si brinda una manera más fácil de procesar lo sucedido.
El apoyo de las personas, nos reconforta, trae consigo convivencias, recuerdos agradables, incluso risas, compartir el llanto no es un signo de debilidad, traerá alivio.
Cada momento compartido en una situación difícil es una oportunidad para crear lazos más fuertes con las personas que ahora forman parte de la vida, quizá conozcas personas nuevas también.
Algunas palabras de aliento de familiares o amigos tal como “estoy aquí para lo que necesites” o su iniciativa para buscar a esa persona al quedar en verle, invitarle un paseo, insistir pasado un tiempo si esa persona dice que no, es importante, no juzgar su manera de vivir el dolor por el que atraviesa son acciones que muestran un verdadero apoyo.
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Escrito por: Anabel Sauceda Balderas, Psicóloga y Psicoterapeuta
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