La recaída después de una pérdida

El duelo es un proceso que tiene altas y bajas. Hay veces en las que pensamos que hemos logrado avanzar y de repente un día sentimos que volvemos a empezar.

Vivir una situación tan difícil como lo es una pérdida, es una situación complicada de sobrellevar y es totalmente normal tener días más malos que otros y recaídas.

¿Cómo vivir una recaída en el duelo?

No huyas del dolor.

Vive tu proceso sin presionarte, el tratar de acelerar el proceso solo hará que postergues el camino natural para llegar a la aceptación. Lo que estás viviendo es muy doloroso, pero debes vivir un día a la vez.

Perdona.

Durante el duelo es común que aparezcan sentimientos de culpa o rencor hacia otras personas, incluso hacia la persona que ha partido. Trabaja en tratar de aceptar que las cosas no pudieron ser de una manera diferente y reconoce que estás viviendo tu dolor de la mejor manera en que te es posible.

Rodéate de personas que te hagan sentir bien.

No importa cuántas veces caigas, si tienes a personas que valen la pena a tu alrededor para ayudarte a levantarte. Aléjate de personas con las que no te sientes cómoda y quédate con las que te generen paz.

No pierdas la esperanza.

El día de hoy todo puede parecer gris, pero confía en que el día que menos lo pienses, lograrás volver a sonreír. El camino no es fácil, la ausencia duele y habrá muchas caídas, pero poco a poco aprenderás cómo retomar tu camino y seguir llevando a ese ser amado contigo, de una manera distinta, pero siempre contigo.

Recuerda que ante cualquier duelo es muy importante la ayuda profesional. No estás solo en tu proceso.