Etapa 4: La depresión

Después de haber transitado por la negación, la ira y la negociación, llega la etapa de la depresión. Ese momento en el que todos los sentimientos se asientan y toman un solo camino: el de sufrir y lamentarse porque esa persona especial no estará más, presente en vida. Se siente un vacío muy profundo e imposible de llenar. Su proceso es prolongado, sin embargo, debe vivirse tal cual: sin intentar apresurarlo o retrasarlo, ya que optar por cualquiera de los dos extremos podría resultar perjudicial para el estado mental y físico del doliente. Es normal y parte del mismo presentar conductas como: dormir más de lo habitual, encontrarse con irritabilidad, expresar el poco interés en seguir viviendo, episodios de ansiedad o de llanto.

Es importante acompañar al doliente, aconsejarle, recordarle que todo estará bien y ayudarle a que exprese sus sentimientos. Tan solo necesita sentir que alguien está ahí para él, atravesando consigo ese momento tan difícil. Ser paciente es parte fundamental, ya que el proceso de sanación tomará tiempo.