Hablar de la muerte puede resultar difícil para algunas personas, aun siendo maduros, qué decir cuando se trata de explicarla a los pequeños del hogar. La muerte la tenemos sobrevalorada o infravalorada, casi nunca en su justa apreciación. Aquella del proceso inevitable que le llega todo ser vivo; tendemos a ridiculizarla, esconderla, intentamos domesticarla y por lo regular nos resulta trágica. Lo cierto es que nos genera en todos los casos: incertidumbre.

Al intentar abordar el asunto de la muerte con niños, debemos tomar en cuenta su nivel de entendimiento y manejo de las emociones (desarrollo psico-emocional). Es decir, que piensa y como efectúa lo que piensa de acuerdo a su edad. Los expertos señalan que, entre los 2 y 6 años de edad, es cuando deciden dejar de ser totalmente dependientes de su padre, madre o ambos; para buscar hacer las cosas por sí mismo. Además, pasan por un proceso de adaptación, dado a que dejan de convivir solo con su familia, y empiezan a tratar a nuevas personas en la escuela y comunidad. Ahora también, son capaces de percibir lo que pasa con su cuerpo y sus características, así como hacen consciencia de que existe el dolor físico y el emocional. Aprenden valores y son capaces de distinguir entre el bien, el mal y lo que sucede a su alrededor.

En este rango de edad, los niños ven la muerte como un asunto mágico: se desaparece para volver a aparecer. No conciben la muerte como una realidad definitiva. A pesar de que se encuentren angustiados, mantienen la esperanza de que esa persona volverá a estar con ellos, sobre todo, en un momento determinado -que es lo que más les preocupa-. Dicho momento puede ser cuando tengan algún problema, su fiesta de cumpleaños, una ocasión esperada que se les ha prometido, etc.

Entonces, ¿qué debemos de decir o hacer para que los pequeños puedan entender la idea de la muerte?

1. Aprender a manejar nuestras propias emociones

Es sumamente necesario, quitarnos los miedos o angustia al hablar de temas complejos con los niños. Ya que, si queremos evitar que pasen por una confusión mayor, como padre, eres el encargado de transmitirle la información que necesita y debe saber ante la vida, antes de que alguien más lo haga.

2. Entender que el niño se sentirá angustiado en un inicio

Al enterarse sobre la muerte y su final no esperado, el infante pasará por un breve momento de tristeza intensa. Ahí es cuando se le debe reiterar y hacer sentir que no estará solo

La importancia de los rituales de despedida en niños

Los rituales de despedida, son todas aquellas actividades que se realizan para despedir el cuerpo del difunto como un funeral o un entierro. Para los niños, vivirlos es de vital importancia. Ya que marca un antes y después del que deben estar conscientes, a rasgos generales. Aún más cuando por cuestiones de distancia o no haber tenido la oportunidad de convivir cercanamente los últimos momentos con la persona que ha fallecido. Las despedidas simbólicas son de gran apoyo para sobrellevar el duelo. Sobre todo, si se utiliza la imaginación de los niños para explicarles la muerte.

Apoyarse de celebraciones comunes para explicar la muerte a los niños

A los niños les encantan las fiestas, porque hay dulces, es un evento especial, se pueden divertir, jugar un rol distinto, entre más razones. Así que puede ser de gran utilidad apoyarse en celebraciones como el Día de Muertos y Halloween. Con el fin de acercarlos poco a poco al concepto de morir, de una forma no traumática y fácil de ilustrar.

Se puede explicar el origen de las fiestas: se celebran para recordar a los seres queridos que ya no están, y que no es precisamente algo malo, sino algo normal.

Sin temor a fallar, se puede aprovechar la temática de usar disfraces, para explicarle a los pequeños, sobre los distintos sentidos que tiene la muerte de manera “divertida”. Así como hacer hincapié en que ésta es universal, un día estamos, pero llegará el día en que dejemos este mundo. Pero las personas que se queden nos recordarán y seguirán queriendo “por haber sido buenos con ellos”.

Cuando alguien cercano ha fallecido, y se quiere acercar al niño a que recuerde con cariño a esa persona

Después de haber explicado de manera sencilla lo qué significa morir. Se puede llevar al niño a las visitas al cementerio o lugar donde estén depositados los restos de esa persona. Sugerirles que lleven algún dibujo (a su gusto) para esa persona, que corten algunas flores de su patio o le obsequien algún juguete de su colección, a manera de dejar un recuerdo cariñoso en su visita al panteón. Esto les hará sentir importantes, y a su vez, irán teniendo pequeños acercamientos a lo que significa la muerte. Pero también, que se puede seguir recordando y queriendo. En el momento, pueden surgir dudas propias del niño, y es un momento ideal para contestarlas.

De igual manera, se puede incitar a los pequeños a sembrar un árbol y ponerle el nombre de la persona fallecida. Esto, realizado como un juego simbólico, de que la vida permanece y florece si aprendemos a cuidarla. Y que las memorias que conservemos de nuestros seres queridos no deben ser dolorosas, sino llenas de cariño y gratitud por el tiempo compartido.

Y tú, ¿que piensas al respecto? Si ya se te ha presentado la oportunidad de hablar sobre la muerte a niños, cuéntanos tu experiencia, así como tus sugerencias.

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Escrito por: Reymundo López Robledo, Psicólogo, Tanatólogo, Poeta