La pérdida de una madre
Dentro de todas las personas amadas, la madre siempre tiene un lugar especial. Las madres nos crían, nos educan, nos alimentan, nos aman incondicionalmente, son generosas, nos reconfortan, nos animan, nos llenan de besos y caricias, nos aman incondicionalmente. Por eso la pérdida de una madre, es particularmente dolorosa para cualquier persona.
El proceso del duelo es diferente para cada persona, dependiendo de nuestras creencias, paradigmas, circunstancias, edad, madurez, la relación que tenemos con la persona que partió, etc. Sin embargo, para la mayoría de las personas la pérdida de una madre, es de los eventos más difíciles de superar. Algunos aspectos que nos pueden ayudar a transitar por este difícil duelo son:
Permitir que el tiempo sane las heridas
Todo proceso de duelo necesita su tiempo. En cada caso es diferente, pueden ser meses, generalmente dura alrededor de un año. A veces podemos sentir que nunca vamos a dejar de sentir dolor y aunque una pérdida probablemente nunca se supere del todo, si podemos aprender a vivir con ella.
Expresar los sentimientos
Exteriorizar lo que sentimos es una excelente terapia, que nos permite acomodar nuestras ideas, sentimientos y en última instancia sanar. Nos ayuda a cicatrizar las heridas, nos permite sentir que compartimos esa pesada carga del sufrimiento de la pérdida de una madre.
Apoyarse en los seres queridos
Cuando pierdes a tu madre, puedes sentirte vulnerable y es válido apoyarse en aquellos que nos aman y que están dispuestos a escucharnos o apoyarnos para ayudarnos a salir de ese intenso dolor. Puede ser un marido, los hijos o una amiga, ellos nos consolarán y nos darán palabras de aliento. Por su puesto que ellos son una razón para superar el dolor y seguir adelante.
Puede sonar contradictorio, pero, el perder un ser querido no significa olvidarlo para que no duela, pues eso sería evadir la realidad y no es saludable. Parte del proceso del duelo consiste en aprender a vivir sin esa persona, aceptando una realidad en que ese ser amado ya no está con nosotros. Ver fotografías o cosas que nos recuerden a esa persona es una parte fundamental del proceso del duelo.
Buscar retomar tus rutinas
Tómate tu tiempo, es importante no apresurar este paso. Perder a alguien es algo doloroso y que marca nuestras vidas, y tratar de continuar nuestras rutinas demasiado rápido puede ser contraproducente, sin embargo, es importante poco a poco ir enfrentando la vida y tratar de seguir viviendo sin que esta persona esté.
Recuerda que siempre puedes contar con el apoyo profesional que te puede orientar o ayudar en este difícil proceso. Te invitamos a compartir esta información si consideras que a alguien le podría ser de ayuda.