¿Debo llorar la muerte de mi familiar?
¿Debo llorar por la muerte de mi familiar? ¿Cuánto tiempo?
Y si le lloro, ¿podrá descansar o se pondrá triste también?
¿Sabías que muchas personas que viven un duelo piensan que no deben de llorarle a su familiar por qué no lo dejan descansar? Y otras dicen “solo poquito porque no le gustaría verme triste”
Entonces, ¿qué pasa con el dolor emocional y sus ganas de llorar?
Muchas personas viven este proceso natural de llorar ante el dolor, reprimiento el llanto, o con un llanto escondido, muchas creencias como ésta, se van convirtiendo en mandatos sociales, familiares y personales. Dejan de lado que el llanto es una respuesta natural al dolor emocional, que limpia, libera y sana. Pues ante el dolor lo que toca es llorar.
Algunos de estos mandatos son:
- Llorar es estar mal, no ayuda en nada
- Con llorar no remedias nada, (él o ella) no regresaran a la vida están muertos ya.
- Si le lloras no lo o la dejaras descansar en paz
- Ya no llores, ya tranquilo(a)
- A (él/ella) no le gustaría verte así de triste
- Entre menos te acuerdes estarás mejor, salte a distraerte
- Ya paso mucho tiempo ya deberías de haberlo superado
- No llores, ¿porque reniegas de la voluntad de Dios?
- Dios se (lo/la) llevo por lo tanto alégrate, ya un ángel en el cielo
- Hazlo por tu familia, ponte bien
- Ya es tiempo que hagas tu vida normal, no es para tanto, (él/ella) ya está en mejor vida
- Que no te vean así
Estos mandatos y muchos otros que escuchas a diario, están llenos de tabús, juicios, miedos, angustias, sin empatía, y sobre todo sin entendimiento para el dolor emocional y para quien lo vive.
¿Debo de llorarle?
Si, y todo lo que necesites. A la persona que murió no le afecta que expreses tu dolor, aunque en tu llanto pidieras que regresara, seguirá su camino y donde le toque estar. Lo terrenal no podrá quitarle tranquilidad; tampoco le molesta que estés triste ni le pone triste. No sabemos con certeza si puede mirarte y si así fuera, si realmente te pudiera mirar, vería lo difícil que está siendo para ti todo este proceso. Todo lo que sientes, y lo doloroso que puede estar siendo reconstruir tu realidad sin (él/ella) y sabrá entender lo que estás pasando con su muerte y que humanamente no podrías dejar de sentir.
Debo llorarle: implica que tus ganas de llorar sean sometidas a un parámetro, a una expectativa de la sociedad, de tus amigos, familiares, de tu pareja, tus hijos, de los libros, o incluso de ti mismo de tu propia forma de vivir tu dolor, de la educación emocional que recibiste. El llanto no es bueno ni malo, correcto ni incorrecto, simplemente es la respuesta natural del dolor.
¿Cuánto tiempo?
No hay un tiempo específico para determinar cuánto es lo que corresponde llorar por la muerte de alguien. En la Tanatología se habla de un tiempo en el que la persona viva todo su proceso de duelo alrededor de 2 años. Sin embargo, aun pasando este tiempo, es normal que haya momentos de llanto al recordarlo, al escuchar su canción favorita, su aniversario, su cumpleaños, visitar cierto lugar, ver una película, leer un libro, una comida, es decir muchas cosas a tu alrededor pueden lograr que (el/la) recuerdes y vuelvas a necesitar llorar. ¡Y es normal! no significa que estés retrocediendo, sigues avanzando.
El tiempo no es lo importante, sino lo profundo que permitas a tu ser que libere el llanto. Como las capas de una cebolla que vas pelando, así igual tu interior, irás pelando tu interior y bajando cada vez más profundo.
Cuando pasa el tiempo y vas bloqueando el llanto, puede repercutir en tu salud, física y mental. Se ´puede presentar en niveles moderados gripes, dolor de garganta, dolores de cabeza, contracturas musculares, irritabilidad, mal humor, y en niveles más altos, se desarrollan trastornos del sueño, de ansiedad, ataques de pánico, adicciones, entre otros.
¿Qué hacer?
Te invito a que llores como tú lo necesites, que toques tu dolor, lo sientas y lo dejes salir con un llanto permitido, sintiéndote libre para llorar con quien tu decidas y en el momento que lo decidas; que te permitas derramar tus lágrimas, sin miedo, sin juicio. No estás solo, somos muchos en este planeta que perdemos seres que amamos, mueren, y necesitamos llorar, limpia tu corazón con la lluvia de tus ojos.
“Nada volverá a ser igual, pero todo volverá a estar bien”
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Escrito por: Adriana González de Loza, Psicoterapeuta y Tanatóloga
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