¿Cómo ayudar a alguien que ha vivido muchos duelos?
Cuando alguien está viviendo un duelo puede ser que esté en shock y no puede reconocer la magnitud de su dolor. En estos casos es recomendable hablarle de la forma más suave posible, y no solo con tus palabras; también con tus gestos, tono de voz, cercanía y mirándole a los ojos.
¿Todas las personas necesitan lo mismo al estar atravesando un duelo?
No, no todas las personas que viven pérdidas necesitan lo mismo. Es importante que le preguntes qué necesita, y que respetes lo que pide y lo que decide, sin juzgarlo ni criticarlo.
A veces su mente no tiene fuerzas para otra cosa más que para pensar todo lo que está perdiendo. Ayúdalo a valorar sus opciones, a decidir qué quiere hacer en su día, a planear sus actividades, pero siempre nunca eligiendo por el.
Sus necesidades pueden ser contradictorias, un día quiere una cosa al otro no. Un día llora, un día ríe. Pero estas personas responden a una situación de fuerte desequilibrio mental, físico, espiritual y emocional, por eso es muy necesario tenerle mucha paciencia y mostrar comprensión.
¿Cómo más podemos apoyar a nuestro ser querido en estos difíciles momentos?
A tu ser querido le puede reconfortar tu presencia, sentir que lo aprecias y percibir tu cariño asistiendo a los actos que se organizan tales como velorios, misas, etc, esto en los casos de duelos por muerte; si es otro tipo de duelo, tu presciencia en visitarle solo para saludarlo puede ser de mucha ayuda, siempre respetando si quiere o no compañía.
Esta persona también necesita momentos de quedarse solo con sus sentimientos y pensamientos, todo lo que está pasando dentro de él/ella, que en ocasiones ni él mismo entiende, y cada vez que lo pida es necesario que lo respetes y te retires.
Siempre hay que comprender que es normal que haya momentos que se sienta culpable por las pérdidas que atraviesa, el creer que hizo algo mal por lo cual sucedieron así las cosas, esta es una etapa del proceso, escúchalo sin regañar por sentirse culpable, él mismo va a ir entendiendo que no hay culpables.
Algunas veces Le puede ayudar el contacto físico. Una caricia, un beso, un abrazo; siempre y cuando observes que lo recibe con comodidad.
¿Qué frases no son recomendables decirle a una persona en duelo?
Muchas veces es mejor no usar palabras por obligación, frases como: mejor que haya pasado así, Dios se lo llevó, Dios sabe lo que hace, ya lo olvidarás, un ángel en el cielo, no le llores, él está mejor en donde quiera que esté. En ocasiones el silencio le ayuda más, al igual que estés a su lado incondicionalmente.
Si nos has vivido una situación igual, no uses la frase ¨te entiendo, sé cómo te sientes¨, porque realmente no lo sabes, intenta sustituir esas frases por la siguientes:
Me imagino como te has de sentir.
Yo en tu lugar me sentiría igual.
Yo no he pasado por una situacion igual pero he vivido otras que me han dolido mucho.
Sé que estás pasando por mucho dolor, yo en tu lugar me sentiría igual.
Escucho lo que has vivido y supongo lo difícil que está siento para ti.
¿Qué otros aspectos son importantes considerar al acompañar a una persona en su proceso de duelo?
Hay que dejarle llorar lo que necesite, a veces no quiere hablar y solo quiere llorar acompañado (a), si te asusta verlo llorar recuerda que es la forma como limpia su corazón, si se lo queda en su cuerpo puede enfermar.
Deja que te cuente una y otra vez la misma historia de lo que sucedió, es una forma de que su mente y corazón lo escuche, para que sepa que sí pasó, que no es un sueño y lo pueda ir asimilando.
Evita presionarle estableciendo un tiempo en el que ya debería dejar de llorar, en el que ya debería de haberlo olvidado, haberlo superado, o de hacer su vida normal. Respeta su ritmo interno, cada uno necesitamos tiempos diferentes. Recuerda que la cabeza y el corazón van a ritmos diferentes. Podrá saberlo pero le llevará tiempo asimilarlo.
También es importante que no detengas tu vida por ayudarle, ayúdale en la medida que tú puedas y sin olvidarte de ti mismo, “la ayuda no es para quien la necesita, sino para quien la quiera”
No nos toca quitarles el dolor, sino acompañarlos a vivirlo como ellos nos necesiten…
No Hay receta mágica para quitarles el dolor, sin embargo puedes volvérselo más llevadero.
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Escrito por: Adriana González de Loza, Psicoterapeuta y Tanatóloga
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