¿Cómo salir de la etapa de negación?

Tener que vivir con la ausencia de un ser amado no es nada fácil de asimilar, el proceso de duelo puede considerarse una manera de aprender a hacerlo pero no significa que todos logren pasar cada etapa como se dice o explica.

Posiblemente se ha escuchado hablar sobre las fases por las que pasa una persona que ha tenido una pérdida significativa en su vida, y por más que se le explique o trate de ubicar en cual se encuentra o cual debería estar, si es tiempo o no, lo único que sabe con certeza esa persona es que siente dolor y  no sabe qué hacer con el.

Un proceso de duelo se puede complicar en cualquiera de las fases y no se puede señalar como único el motivo que cause esto, a veces son combinaciones de factores tanto personales como del entorno.

Negar la realidad de algo que acontece y duele no solo está relacionado con lo que le ocurrió a un ser querido, es también común ver cómo las personas se quedan fijadas en esta fase, cuando reciben un diagnóstico médico o cuando están pasando por una ruptura amorosa.

¿Qué pasa cuando una persona se encuentra en etapa de negación?

Es una manera de protegerse de la realidad, una realidad dolorosa con la que aún no puede lidiar, no es que la persona quiera hacerlo así, tampoco el tiempo que dura la etapa, sabe que es difícil también para sus seres queridos que la vean así y que seguramente se esfuerzan por diversos motivos en hacerla “entrar en razón”.

Quien se encuentra en una negación, está evitando el conflicto entre lo que quiere que suceda y la realidad del futuro, que si bien no es predecible, la persona puede tener solo una percepción de este sin esperanza y doloroso.

Estar en negación es no permitir un cambio.

¿Por qué es importante identificar las etapas del duelo?

Sí, existen diferentes tipos de duelo, y es importante para psicólogos, psicoterapeutas y médicos saber identificar de qué tipo de duelo se trata y en cuál de sus fases para poder ayudar a la persona.

A veces se puede estar pasando por un duelo retardado y no solo estar en una etapa de negación, es decir, cuando después de un estado de shock que no ha sido atendido, pasa el tiempo y la persona nunca logró hablar de lo acontecido, de la pérdida o no supo expresar su emoción ni con llanto y actúa como si nada hubiera ocurrido, buscando múltiples actividades y estar ocupado todo el tiempo para evitar enfrentar el dolor.

¿Por qué una persona se queda en etapa de negación?

Cada caso en particular tendrá sus motivos y por ello es recomendable acudir con algún profesional que pueda ayudar.

Existen algunos motivos que pueden causar esto, es el caso de la manera en la que fue dada una mala noticia, muchas veces es común no saber cómo informar a alguien sobre algo que se sabe le causara mucho dolor y esto tiene consecuencias importantes.

Existe la posibilidad de que una persona esté en esta etapa solamente por no tener la capacidad de expresar su dolor y las personas más cercanas tampoco puedan ayudarla.

Algunas sugerencias para dejar atrás la negación.

Principalmente buscar ayuda de algún profesional y el motivo es que dentro de un proceso psicoterapéutico la persona podrá hacer consciencia de que la aceptación de lo acontecido llevará a algo bueno, tendrá la posibilidad de conocer sus propias habilidades para afrontar una situación difícil como esta.

Si la persona permanece mucho tiempo en la etapa de negación,  en algún momento chocará con la realidad y esto será aún más complicado, por eso se trata de ofrecer la aceptación y a la vez una estrategia, tregua o alternativa que funcione de manera alentadora al momento de aceptar y manejar lo que ocurre.

Si es el caso en el que quieres ayudar a un ser querido a salir de esta etapa, puede parecerte imposible y de hecho intentar continuamente puede verse como una obligación, esto puede complicar una relación o ser frustrante, por ello se recomienda buscar los medios y contactos de ayuda profesional, la mejor manera de ayudar es escuchar y acompañar tanto en ese momento y activamente, por ejemplo a citas médicas.

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Escrito por: Anabel Sauceda Balderas, Psicóloga y Psicoterapeuta

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