Cuando un bebé se va al cielo

Perder un ser querido lastima y duele, pero el tema que hoy nos atañe es por demás doloroso.

“Perder un hijo”

Los seres humanos venimos al mundo, crecemos, formamos familias y tenemos hijos. Hijos que son parte de nosotros, tienen nuestra sangre, rasgos, ademanes y costumbres que contantemente nos recuerdan que hay un lazo más que sanguíneo que nos une y que por demás nos hace amarlos. Ponemos ilusiones, sueños y expectativas en estos seres tan pequeños. Cuando nos dan la noticia de que seremos padres nos emocionamos por la alegría de crear vida y de que veamos día con día a un ser crecer y realizarse con nuestro apoyo.

¿Pero qué pasa cuando eso no sucede?

Cuando el sueño se ve interrumpido por la inesperada llegada de la muerte, esa que diario nos está rondando y que firmemente creemos que nunca nos arrebatará lo que más amamos y a quien le queda tanto por vivir. Muchos afirman que el dolor más fuerte que se puede sentir es la perdida de un hijo. Otros aseguran que es antinatural que un padre vea morir a un hijo, sin embargo es algo que pasa.

¿Qué se puede hacer cuando estás viviendo este duelo por un hijo?

Elimina culpas

Deja a un lado la culpa de lo que pudiste haber o no haber hecho, si pudiste o no haberlo evitado, como padres nos castigamos duramente cada vez que pensamos que fue nuestra responsabilidad y tenemos que aprender a dejarlo de lado.

No te alejes de tus seres queridos.

El duelo es una situación que muchas veces se vive en silencio, nadie quiere hablar, ni sabemos cómo tocar el tema, pero es mejor vivirlo con quienes te quieren y están dispuestos a apoyarte en salir adelante.

Busca confortamiento espiritual.

Independientemente de la religión que practiques el acompañamiento espiritual es básico para cualquier duelo y más en la pérdida de un hijo. Reza, medita, reflexiona y sobre todo busca la paz interior.

Cuando se pierde un hijo, también se pierden sueños e ilusiones, sin embargo es importante reconocer de que forma podremos salir adelante. Ya se con la ayuda de nuestros seres queridos o buscar asesoría especializada para poder cerrar el ciclo y despedirnos de nuestro pequeño angelito.

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Escrito por: Cintia Rivas, Psicóloga

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