Duelo por la pérdida de un hermano

Duelo por la pérdida de un hermano

Crecieron juntos, tuvieron aventuras, enojos, alegrías, buenos y malos ratos… Tal vez lo viste crecer o tal vez era el hermano grande que te protegía: iban en la vida de la mano, hasta que se tuvo que ir.

 

El dolor de que ya no está

 

El duelo es ese proceso que pasamos cuando sufrimos alguna pérdida, indistintamente de cómo haya sucedido. Está formado por etapas y no tiene un tiempo definido para nadie, cada uno lo vive de manera diferente, de manera personal. No es igual para nadie, ni se vive igual con todos nuestros familiares o seres cercanos.

 

Quizás habrás tenido alguna pérdida más distante y no se sintió igual. Pues esta vez quien se fue era un compañero de guerra, un cómplice de batalla o un competidor de vida, era de esas personas con las que si compartes tu vida, los que te conocen secretos de adolescente, los que salen en las fotos de cuando eras niño y los que indiscutiblemente estuvieron en las fechas importantes.

 

Tal vez hubo tiempo para despedirte o tal vez no, lo cierto es que se ha ido y te causa dolor, es normal, la familia ha tenido una pérdida y comienzan de manera conjunta y a la vez particular un proceso de duelo.

 

Comienza por despedirte

 

En este momento puedes estar sintiendo muchas emociones, pero comienza por despedirte. Si tuviste la oportunidad de hacerlo en vida, reflexiona sobre los aprendizajes que te dejó y empieza a practicarlos. Si no lo hiciste, empieza por buscar esas palabras que faltaron por decir y escríbelas en una carta.

 

Recuerda que todo tiene su tiempo y este era su tiempo para partir, en el cual no había posibilidad de cambiar el rumbo, perdónate si es necesario y agradécele por lo vivido.

 

Acepta que una parte de tu familia ya no está

 

La muerte de uno de los integrantes de la familia sin duda afecta de manera directa a todos los demás y la familia en general, puede volverse crítico y desunirlos o puede ser el eslabón que los una más. Cualquiera que sea la situación debemos entender que el dolor todos lo sienten, que todos tienen una pérdida y que independientemente de la situación cada uno vivirá su proceso.

Pero sobretodo hay que entender que aunque ese hermano ya no este, su lugar siempre estará en la familia y nadie podrá reemplazarlo, si bien podrán llegar más personas a tu vida, tu hermano siempre será tu hermano.  

 

El duelo de un hermano en la familia marca un antes y un después en la convivencia familiar, sin duda cada uno de los integrantes lo vivirá de manera personal; de forma diferente, otros tendrán más herramientas y podrá parecer menor su sufrimiento.

 

De lo que hay que estar consciente es de que si bien la familia no será la misma porque ese lugar no lo reemplazará ninguna otra persona, la familia puede unirse más y apoyarse unos con otros; fortalezcan lazos y disfruten de la vida juntos.   

 

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Escrito por: Miriam Alejandra Hernández, Psicóloga y psicoterapeuta.

 

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