El miedo por la pérdida

El miedo por la pérdida

Las personas con miedo a la muerte, padecen de una ansiedad que va desde el hecho de morir hasta un extremo excesivo que les hace sufrir y limita su vida cotidiana. Se trata de un trastorno que no tiene su origen en factores objetivos; la prueba es que la tanatofobia es bastante menos común entre la gente mayor, que por lógica tiene más posibilidades de fallecer antes, que entre personas más jóvenes y sanas.

 

Este síndrome se relaciona con la necrofobia, que es el miedo a las cosas muertas. A veces, ambos términos se emplean indistintamente, pero la tanatofobia define algo más específico, pues incluye, aunque no se limita a ella, el miedo a la propia muerte, o también a menudo el temor a perder a un familiar o a un amigo cercano en un futuro próximo. Necrofobia es más bien el miedo a la muerte en general, a las cosas muertas, como cadáveres humanos y animales, así como a ciertos objetos o rituales asociados a la muerte, por ejemplo, ataúdes, tumbas, lápidas o cementerios.

 

¿Qué pasa cuando alguien que amamos muere?

 

Inconscientemente comienza un proceso llamado duelo, en el cual pasamos por distintas etapas. Elisabeth Kübler Ross menciona cinco etapas de duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación, pero.. ¿Qué pasa con el miedo? Sí, ese sentimiento que muchas veces nos invade después de la muerte de un ser querido y puede llagar a   carcomernos la existencia.

 

La pérdida de una persona importante en nuestra vida puede provocar grandes temores e inseguridades, ya que nos confronta con nuestra propia muerte, por muy previsible que pueda llegar a ser la muerte de alguien que queremos, ya sea por edad o por una enfermedad y por mucho que nos demos cuenta que es inherente a la vida, generalmente nos toma por sorpresa, más difícil aún sí la muerte sucedió en algún accidente. De golpe, nos hace darnos cuenta que somos finitos y que en cualquier momento podemos “irnos” nosotros también.

 

Ante estas situaciones y/o acontecimientos podemos llegar a tener pensamientos recurrentes como los famosos “y si” ¿y si me hubiera pasado a mí? ¿Y si yo también enfermo? ¿Y si no puedo vivir sin mi ser amado? ¿Y si no puedo enfrentar la vida solo (a)?, Incluso podemos llegar a sufrir ataques de pánico, llevándonos así a temores más profundos que a su vez, pueden desencadenar en problemas de ansiedad, depresión, obsesiones, fobias entre otros.

 

¿Es normal sentir miedo?

 

Es común y hasta cierto punto normal, que sintamos miedo, ya sea por nuestra  historia familiar, nuestras experiencias desde la infancia, o simplemente por nuestra cultura respecto a cómo vemos la muerte. Sin embargo, la realidad es que uno nunca está preparado para la muerte ni para ver morir a los que ama.

 

Es muy importante que nos demos el tiempo necesario para vivir y procesar nuestro duelo, así como identificar cuando las cosas se han salido de nuestro control, acerquémonos a nuestras redes de apoyo para solicitar ayuda, contactemos con un profesional a tiempo, para que sea un guía en éste difícil transitar y de ésta manera, podamos evitarnos problemas y situaciones que más adelante puedan mermar nuestra salud y coartar nuestras vidas.

 

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Escrito por: María Luisa Santana, psicóloga clínica

 

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