Perder un hijo al nacer

El proceso de duelo que se vive por la muerte de un hijo al nacer, se llama duelo perinatal. Es aquella pérdida que se tiene durante el embarazo, el parto o justo poco después de nacer el bebé.

¿Qué etapas se viven durante este duelo?

Este duelo comprende las mismas etapas que los demás duelos, no existe un orden específico al proceso de duelo: negación, incredulidad, confusión, shock, enfado, rabia, tristeza, depresión, añoranza, desesperanza, culpa. Además suelen ir acompañadas de síntomas fisiológicos predecibles, como dolor de cabeza, cansancio, falta de respiración, taquicardia, sudoración, sensación de asfixia, de brazos vacíos, intolerancia a ruidos fuertes y otros más, y  con grandes diferencias a los otros duelos a nivel social y emocional que en ocasiones lo convierten en un duelo complicado.

Existe todavía muchos tabús para hablar sobre la muerte y tenemos poca educación emocional para las pérdidas, y todavía más tabú y más difícil se hace el duelo perinatal por no ser un tema hablado, ésta muerte de la que nadie habla, que muchos callan y que causa un duelo con un profundo dolor silenciado. Todos piensan habrá un final feliz; sin embargo, no todos los embarazos terminan satisfactoriamente, a  pesar de los grandes avances en obstetricia y neonatología, la muerte perinatal es un hecho que lamentablemente sigue produciéndose en nuestros días.

La mayoría de las veces se busca  socialmente negar el proceso de duelo, ya que argumentan, no alcanzó a vivir en el mundo, no tuvo una vida entre los vivos, no hubo un cumpleaños festejado, no hubo fotos con la familia, no convivimos con él, no te llegaste a encariñar mucho, vivió muy poco tiempo, no lo conoció toda la familia, y muchas de las veces ni siquiera la familia le da un lugar en el árbol genealógico, ni en el número de hijos y esto es sumamente importante, tomarlo en cuenta como hijo (a) como hermano, nieto, sobrino, primo etc… existió y tiene un lugar importante en la familia.

Cuando una mujer pierde a su hijo, la Sociedad la silencia, no se habla del bebé ni del tema y quieren que los padres sigan su vida como si nada hubiera pasado y más si hay otros hijos que rápido se enfoquen en sus otros hijos y que den gracias a dios por los que tienen, y si no tienen otros, que ya dios les dará más.

Es un duelo difícil, para toda la familia y en especial para los padres,  es un proceso doloroso que necesita su luto y su tiempo para asimilarlo y aceptarlo…

Al morir tu hijo mueren muchas cosas junto con él, NOSTALGIA Y AÑORANZA: vives un duelo por lo no vivido, por todo lo que visualizaste y soñaste realizar con él, juntos en la casa, llevarlo a la escuela, abrazarlo, si eres mamá (amamantarlo), cambiarle su pañal, la ropa que le compraste, el espacio en casa que sería para él, sus biberones, llevarlo al fútbol  y todas las cosas que tu imaginas y contabas con que pasarían juntos.

¿Qué sentimientos se pueden experimentar por esta pérdida?

CULPA:

Habrá momentos en que sientas culpa y pienses, hice algo mal por lo cual se murió, lo que comí ese día, caminé mucho, o camine poco, me descuide, soy mala madre, mi cuerpo no sirve para ser mamá, fallé como mamá, no supe cuidarlo, si hubiera ido antes al médico, si hubiera preguntado, si hubiera estado con mi esposa ese día, si la hubiera ayudado más, si la hubiera llevado a otro hospital, etc.

ENOJO Y BUSCAR CULPABLES:

Podrás sentirte enojado (a) con Dios, con los médicos, con tus padres, amigos, otros papás que tuvieron bebé, y ojo esto es muy IMPORTANTE, es normal si se dispara un enojo muy grande CON TU PAREJA, y pueden desatarse discusiones muy fuertes y pensar o sentir que tu pareja tiene la culpa de que su hijo muriera.

Es muy importante que sepas tu pareja y tú no vivirán el duelo de la  misma manera y cada uno lo vivirá como pueda y haya aprendido a enfrentar el dolor. No significa que no le duela, su hijo era y es amado por los dos; sin embargo por el género, educación emocional en casa y la historia de vida cada uno lo enfrentará de forma diferente.

Unos llorarán, otros no querrán llorar, unos querrán hablar del tema  otros no querrán mencionarlo y así tú y tu pareja lo irán procesando diferente. Lo más importante es que tú atiendas lo que necesites y tu pareja atienda lo que él/ella necesite, reconociendo cada uno sus diferencias al vivirlo y cada uno se haga responsable de buscar lo que necesita para atravesar este proceso.

¿Qué se puede recomendar durante este duelo?

1.-No minimices tu duelo, dale un lugar a tu duelo.

2.-Busca un grupo de apoyo al duelo, donde haya más papás que hayan vivido esta experiencia.

3.-Busca acompañamiento terapéutico, ya que es importante atravesar este proceso con compañía, ya que habrá momentos en que te sientas muy solo (a).

4.-Ponle nombre a tu hijo y cuando te refieras a  él, llámalo por su nombre.

5.-Si tienes oportunidad sácale foto a tu bebé, aunque ya haya muerto, ya que algún día querrás recuerdos de él y recordar cómo era su cuerpo físico y su carita.

6.-Habla de lo que pasó y como paso una y otra vez, con quien tengas confianza o escríbelo, y permítete llorar o enojarte  ya que la mayoría de las veces los momentos en el hospital son de los más dolorosos que viven los padres.

Para mamá:

El proceso de parto o cesárea, recibir la noticia, la forma como te dieron la noticia, si te dejaron abrazarlo, si tuviste un tiempo a  solas con tu hijo, si pudiste despedirte, el trato de los médicos, si tienes otros hijos en cómo avisarles de la muerte de su hermano (a), entre otras.

Para papá:

La espera de saber cómo estaba tu pareja dentro del quirófano, recibir la noticia, la forma como te dieron la noticia, si te dejaron abrazarlo, si tuviste un tiempo a  solas con él/ella, si pudiste despedirte, el trato de los médicos, si te tocó hacer los trámites de defunción, si no tenías en ese momento cabeza para pensar en funeraria, misa, avisar a familiares y dar sostén y ánimo a tu mujer, si tienes otros hijos en cómo avisarles de la muerte de su hermano (a), entre otras, tantas cosas a la vez, hacen más pesado el dolor.

7.-Habla y expresa tu enojo.

8.-Llora todo lo que necesites llorar.

9.-Platicale y explícale a tus demás hijos lo ocurrido.

10.-Platica mucho con  tu pareja de cómo te sientes y también escucha con mucho respeto cómo se siente él/ella

11.-Incluye a tu hijo en tu familia, nómbralo y habla de él, cuando te sientas listo (a).

12.-Habla con tu hijo todos los días.

13.-Realicen actividades en familia en honor a tu hijo, cuando te sientas listo (a), como un festejo por el ser maravilloso que llegó a sus vidas aunque haya estado poco tiempo.

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Escrito por: Adriana González de Loza, Psicoterapeuta y Tanatóloga

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