Perdí a mi compañero de vida

Perdí a mi compañero de vida

La pérdida de un ser querido es dolorosa, particularmente de los familiares en línea directa como los padres, los hijos, los hermanos y la pareja. La pérdida de la pareja tiene un elemento que complica más el asunto. Y es que la pareja, es la persona que elegimos para acompañarnos el resto de nuestras vidas, por lo que quizás sea la persona con la que pasemos más tiempo juntos.

Así cuando se tiene una pareja, es probable que se tengan muchas rutinas y hábitos que se comparten en común. Como dormir, comer, salir a caminar, pasar unas vacaciones, ir al cine, salir a bailar juntos, entre otros. También la pareja es quien nos resuelve un sinfín de cosas en nuestras vidas: nos ayuda a llevar el carro al taller, nos prepara de comer, nos escucha, nos aconseja, es posiblemente la persona que mejor nos conoce.

 

Así pues, su pérdida, deja particularmente un vacío difícil de llenar en nuestra vida. Ahora hay que aprender y adaptarse a nuevas rutinas. Sin mencionar el cuidado de los hijos, que, en el caso de menores de edad, existe el reto adicional de educarlos sin su padre o madre.

 

Por eso a continuación compartimos algunos consejos para superar la muerte de la pareja:

 

Sé paciente

La muerte es un proceso doloroso, a veces inesperado y siempre irreversible. Procesar lo que sentimos, atravesar el duelo y sus etapas lleva tiempo. Por difícil que sea, es recomendable vivir el dolor a su tiempo. ya que este es un sabio consejero que nos ayudará a sanar y a interiorizar la situación en la que nos encontramos.

 

Expresa lo que sientes

No te quedes con nada, esto puede ser particularmente difícil para algunas personas que no estén acostumbradas a compartir lo que sienten. Sin embargo, esto nos ayuda a sanar, a acomodar nuestras ideas y sentimientos. A cerrar círculos, a expresarnos, a liberar la carga que llevamos. En última instancia si aquel que nos escucha es una persona que nos ama, nos sabrá aconsejar y será un pilar en ayudarnos a superar el dolor.

 

Cuida tu aspecto físico y tu salud

Al fallecer la pareja es posible que sientas que tu cuidado y salud pasan a segundo término. Sin embargo, es de particular importancia cuidarte, bañarte, asearte, alimentarte sanamente, dormir, hacer ejercicio, ya que, con la muerte de un ser querido, la depresión puede abatirnos si no cuidamos esos pequeños detalles.

 

Adaptarse a la ausencia de la persona

En el caso de la pérdida de la pareja, quizás este sea uno de los aspectos más difíciles de superar. El aprender a vivir sin la persona con la que hemos compartido, 5, 10, 20 o 50 años de nuestra vida. Quizás menos o quizás más. Es importante aprender y adaptarse a nuevas rutinas. Resolver las cosas de una forma diferente, aprender a vivir sin aquella persona que estuvo a nuestro lado. Aun así, no intentes resolver todo al instante, empieza por algo pequeño. Paulatinamente podrás ir incorporando nuevos retos a tu nueva forma de vivir.

 

Es doloroso, podrás sentir que el mundo se te viene encima. Pero debes saber que este dolor no durará para siempre. Dejar este mundo es un proceso normal en la vida, así como lo es siempre buscar la motivación para seguir avanzando en el día a día. Vive tu duelo, toma tu tiempo porque es verdad que duele, y mucho. Aun así, esa persona especial que se nos ha adelantado no quisiera verte sufriendo. Encuentra la fuerza en completar los deseos o metas que tenían en común, en tus hijos, en tu familia, en todo aquello que tienes pendiente por completar. Es posible seguir con tu vida después de la pérdida, no estás solo.

 

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