La edad es un número

La edad es un número

Hablar de envejecer no es algo sencillo y hasta resulta difícil de asimilar, existen muchos estereotipos, temores y sobre todo mucha resistencia a aceptar que las funciones biopsicosociales comienzan a verse mermadas, la sociedad nos dice que debemos permanecer joviales, activos, fuertes y sobre todo hermosos.

 

Tememos que nuestra pareja nos deje por alguien más joven, que ya no podamos realizar las actividades como solíamos hacerlo. Incluso la vida sexual se deteriora y eso causa temor e inseguridad, nos preocupa ya no conseguir trabajo y que por nuestra edad se vean afectadas todas nuestras capacidades y poco valorados nuestros talentos y experiencias. La competencia por un lugar en el mundo contra los jóvenes es dura, sin embargo, es muy importante entender que el hacernos viejos es parte del proceso evolutivo del ser humano, y que aceptar la llegada de los años depende mucho del nivel de autoestima, es decir; cuánto se valora a sí misma una persona.

 

¿Cómo podemos hacer menos difícil este proceso?

 

Saberse admirado, querido, sentirse en paz y satisfecho con sus logros, buscar seguir cultivándose para ser una mejor persona, involucrarse en actividades que den alegría, tranquilidad, placer, que nos llenen de entusiasmo y energía, hará mucho más fácil la llegada de la vejez, pues no tomará importancia ante tanta sabiduría adquirida a lo largo de los años.

 

Una persona que acepta con agrado la vejez, será una persona que se pueda adaptar fácilmente a cualquier situación, pues entenderá que el equilibrio está dentro de él y no en las cosas externas, difícilmente se sentirá deprimida o con poco entusiasmo, cuidará de su salud física y mental con más ahínco, pues sabrá la importancia que tiene el estar saludable y hará lo posible por mantenerse con salud el mayor tiempo posible.

 

¿Qué características tienen las personas que aceptan la vejez de una buena forma?

 

Generalmente son personas que disfrutaron cada etapa de su vida y saben sacar provecho de cada una de ellas, incluida la vejez, donde incluso habrán previsto aspectos como manejo del tiempo libre, jubilación y hasta dejar resuelta su voluntad para el momento de su muerte.

 

¿Qué reacciones físicas experimentamos en este proceso?

 

Ambos, hombres y mujeres padecen los “achaques” propios de la edad, en la medida claro está, de cómo hayan vivido su vida hasta ese momento.

 

De lo que nadie puede escapar es el climaterio, ellas viven la menopausia y ellos por su parte pasan por la andropausia. Etapas en las que se vive un conjunto de diversos síntomas, tanto orgánicos, como psicológicos, donde principalmente hay una baja notoria en la producción de hormonas sexuales, afectando significativamente su vida sexual, sin embargo esto no debe ser motivo de desánimo, al contrario tendría que verse como la oportunidad para transitar un nuevo episodio en la historia de nuestras vidas, donde se pueden diseñar estrategias de salud individua, acorde a las necesidades y expectativas de cada persona para posteriormente compartir en pareja  descubrir juntos nuevas formas de convivencia.

 

¿Qué se sugiere para sobrellevar la vejez?

 

Para sobrellevar la vejez se sugieren revisiones periódicas con los médicos para ir monitoreando la salud. Si se padece alguna enfermedad o algún trastorno ya diagnosticado, tomar las medidas necesarias para tener la mejor calidad de vida posible que esa condición permita.

 

Ejercitarnos, salir a caminar o correr al aire libre, procurar actividades recreativas como baile o algún deporte que ayuden a mantenernos ágiles y fuertes. Practicar yoga o algún tipo de gimnasia.

 

También es importante realizar actividades que involucren la actividad cerebral para seguir manteniéndola en sano funcionamiento y así evitar en la medida de lo posible el deterioro cognitivo. Actividades como la pintura, lectura, manualidades, gimnasia cerebral son algunas de las posibilidades para esta área.

 

También cuidar nuestra salud emocional es de suma importancia. Relacionarnos con gente nueva, frecuentarnos con amigos y familiares, buscar apoyo psicológico en caso necesario por alguna cuestión personal o incluso por las pérdidas que se van presentando en esta etapa, pérdida de la salud, muerte de la pareja, algún hijo o incluso dejar el hogar para ir a vivir a un asilo o casa de asistencia para adultos mayores, son cambios para los que no se está preparado e impactan significativamente en la vida emocional de cualquier ser humano.

 

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Escrito por: María Luisa Santana, psicóloga clínica

 

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