La importancia de ser resilientes

La resiliencia es la capacidad del ser humano de sobreponerse ante la adversidad. La pérdida de un ser querido, sin duda es uno de los momentos más difíciles de afrontar en la vida. En particular, si ese ser querido ha sido nuestro compañero de vida por tantos años, o en el caso de la pérdida de un hijo o de un ser querido en circunstancias inesperadas.

¿Qué es la resiliencia?

El duelo es un proceso natural de sanación, que, si bien cada quien lo vive de forma distinta, dependiendo de la personalidad, carácter, circunstancia, edad, cercanía con el que se nos adelantó y creencias de cada quien, sin duda la resiliencia es una cualidad que nos permite transitar por esta difícil situación con valentía y fortaleza.

La resiliencia no quiere decir que no nos duela, o que nos aguantemos las lágrimas o que no extrañemos al ser querido, significa tener la capacidad de -paulatinamente y con el tiempo- de enfrentar y aceptar nuestra nueva realidad, que, aunque dolorosa, es también inevitable.

Viviendo la resiliencia en nuestra pérdida

Ser resiliente significa hacerse cargo de uno mismo, de vivir el duelo con responsabilidad, entendiendo que quizás hay alrededor de nosotros personas que, por su circunstancia, necesitan de nosotros más que nunca, un hijo que perdió a su padre o su madre, que necesitan consuelo o simplemente alguien que los lleve a la escuela o que les prepare algo de comer.

Ser resiliente implica sacar lo mejor de nosotros mismos, aun en los momentos más difíciles. Significa sacar fuerzas donde aparentemente no las hay. Todos tenemos a un resiliente potencial adentro de nosotros, solo es importante encontrar el motor que le permita mostrarse.

Herramientas de apoyo para encontrar la resiliencia

Hay muchas herramientas que nos permiten trabajar en nuestra resiliencia, desde libros de autoayuda, audiolibros, meditación e incluso profesionales de la salud y coaches. Ser resiliente te puede ayudar en diferentes aspectos de tu vida no solo en la pérdida de un ser querido y es recomendable trabajar la resiliencia siempre con disciplina y dedicación para que el día que lo necesitemos seamos unos resilientes experimentados.