Camino al bienestar

Camino al bienestar

En primer lugar, lo que vamos a reflexionar no es fácil de asimilar y es entendible perfectamente. Cuando perdemos a un ser querido estamos aturdidos y vivimos bajo una sensación de irrealidad.

Superar la muerte de un ser querido solo es posible desde una auténtica experiencia de duelo. Señalan algunos autores que solo así podremos incorporarnos al gran ciclo vital humano que significa nacer y morir, decir adiós a lo que acaba y a quienes nos abandonan, y saludar, al mismo tiempo, a la vida que continúa y se renueva permanentemente empujándonos hacia el futuro.

 

La muerte, en efecto, aunque pueda parecer contradictorio, es la otra cara de la vida. Involucra al difunto y a quienes le sobreviven en una de las más profundas experiencias.

 

La naturaleza es sabia y no nos abandona.

Por lo tanto con esta frase lo primero que quiero que entiendas que es posible verlo en positivo, utilizando la mejor arma que podemos obtener que es la actitud. Si logramos manejar una actitud positiva, nos llevará a entender y comprender con el paso del tiempo lógicamente, todo lo que está sucediendo.

 

Tener pensamientos positivos dentro del dolor no es nada fácil. Pero si luchas con este pensamiento contigo mismo rodeado de buenas personas y ambiente, podrás tomar de nuevo las riendas de tu vida y aliviarte en salir de la irrealidad que se experimenta.  Porque la vida sigue y tú tienes que seguir viviendo.

 

”Solo las personas capaces de amar intensamente pueden sufrir un gran dolor, pero esta misma necesidad de amar sirve para contrarrestar sus duelos y la cura”. Leo Tolstoy.

 

No hay una forma «correcta» de vivir el duelo. Cada persona es diferente. Es por ello que es necesario darse el tiempo para experimentar la pérdida a su propia forma sin dejar de cuidar de sí mismo.

¿Qué se puede recomendar durante el proceso de duelo?

 

Sentir la pérdida. Permitirse llorar, no sentir nada, estar enojado o sentirse de cualquier manera que experimente. Duele, pero es natural y normal.

 

Satisfaga sus necesidades físicas. Duerma lo suficiente, mantenga una dieta bien balanceada y haga ejercicio regularmente.

 

Exprese sus sentimientos. Hable sobre cómo se siente con los demás. O encuentre una manera creativa de expresar sus sentimientos. Esto puede incluir el arte, la música o escribir un diario.

 

Mantenga una rutina. Vuelva a su rutina normal tan pronto como sea posible. Trate de mantenerse al día con sus tareas diarias para no sentirse abrumado.

 

Evite beber alcohol. El alcohol es un depresivo que puede afectar su estado de ánimo, por lo que podría hacer que se sienta aún más triste.

 

Evite tomar decisiones importantes. Se necesita tiempo para adaptarse a una pérdida y volver a un estado de ánimo normal. Tomar una decisión impulsiva mientras está de duelo podría añadir más estrés a un momento difícil. Trate de esperar un año antes de hacer un gran cambio, como mudarse o cambiar de trabajo.

 

Tómese un descanso. Tome descansos del duelo, participando en actividades que disfruta. Está bien no sentirse triste todo el tiempo. Reírse le hace bien.

 

Pida ayuda si la necesita. Usted no tiene que enfrentarlo solo. Contacte a amigos, familia, el clero, un consejero o terapeuta, o grupos de apoyo. Si sus síntomas no mejoran o siente que necesita ayuda adicional, hable con su médico de familia.

 

¿Cuándo se comienza a sanar?

No hay un cronograma establecido para el dolor. Es probable que empiece a sentirse mejor en 6 a 8 semanas. Todo el proceso puede durar de 6 meses a 4 años. Puede comenzar a sentirse mejor en pequeñas formas. Comenzará a ser un poco más fácil levantarse por la mañana o tal vez tendrá más energía. Este es el momento en el que comenzará a reorganizar su vida alrededor de su pérdida o sin su ser querido. Durante este tiempo, quizá sienta que atraviesa una serie de altibajos. Puede sentirse mejor un día, pero peor al día siguiente. Esto es normal.

 

Con el tiempo, comenzará a encontrar interés en otras personas y actividades de nuevo. Si usted ha perdido un ser querido, es normal que se sienta culpable o desleal hacia ellos durante este tiempo. También es normal que reviva algunos de sus sentimientos de dolor en cumpleaños, aniversarios, días de fiesta u otras ocasiones especiales.

 

Los psicólogos reciben una formación que les permite ayudar a las personas a manejar de forma más productiva el temor, el sentimiento de culpa o la ansiedad que puede venir como resultado de la muerte de algún ser querido. Si usted necesita ayuda para lidiar con su pena o manejar la pérdida de alguien cercano, consulte con un psicólogo u otro profesional de salud mental calificado.

 

El apoyo de un psicólogo le podría ayudar a desarrollar resiliencia y a buscar estrategias para superar la pérdida implementando grandes estrategias. Los psicólogos usan una variedad de tratamientos con base empírica, comúnmente la psicoterapia, para ayudar a las personas a mejorar sus vidas.

 

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Escrito por: Mariangel Daboin Medina, Psicóloga.

 

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