El duelo complicado o patológico se identifica cuando el doliente no logra aceptar la pérdida y adaptarse a su nueva realidad, se caracteriza por un estado constante de duelo y emociones que no sanan, e incluso empeoran con el tiempo.

¿Cómo detectar que se vive un duelo complicado?

• El doliente no logra retomar sus actividades diarias.
• Pensamientos constantes sobre muerte propia.
• Culpa que empeora con el tiempo.
• Incapacidad para volver a socializar.
• Alucinaciones.
• Negación prolongada.
• Ausencia de mejoría en un largo periodo de tiempo.
• Depresión.

¿Qué hacer en caso de vivir un duelo complicado?

Lo más importante es buscar ayuda profesional con un terapeuta o tanatólogo. La unión familiar, los grupos de apoyo, e informarse sobre el duelo también serán de ayuda. Debemos reconocer la situación complicada que estamos viviendo y aceptar la ayuda de un experto. 

¿Qué emociones se presentan en un proceso de duelo normal?

El duelo que se vive por la muerte de un ser querido es un proceso largo y difícil de superar, sin embargo, es importante entender que ante una situación tan triste como esa es normal sentir una gran pena, una tristeza que parece no tener fin, en este momento nada parece tener sentido y se pierde la esperanza y las ilusiones. 

Vivir un duelo normal no quiere decir que el camino no dolerá, dolerá mucho, no obstante, nuestro cuerpo y mente luchará por salir adelante y debemos observar pequeñas mejorías conforme pasa el tiempo. Siempre extrañaremos a ese ser amado que ha partido, su ausencia es demasiado difícil de asimilar y eso es algo que no se puede borrar, pero llegará un día en que lograremos sanar, jamás olvidar, pero sí aceptar la pérdida y recuperar la capacidad para continuar con nuestra vida.