¿Cómo dejar ir?

¿Cómo dejar ir?

¨¿Cómo dejarte ir si aún te amo? ¿Cómo traicionar ese amor tan grande que te tengo y hacer lo que los demás dicen y soltarte?
¿Cómo podría llenar ese vacío tan grande que siento en mi ser? ¿En mi pecho y en mi alma? Es doloroso solo imaginarme sin ti en mi día a día… ¿Cómo dejarte ir?…

Pareciera que a mi corazón le faltan piezas… esas piezas que tienen tantos descolores, me faltan tus carcajadas, esa frase tan tuya, tu abrazo, tu voz, tus palabras, me falta esa imagen tuya a la distancia acercándose hacia mí con su amplia sonrisa y echo de menos tu foto en la llamada entrante…

 

¿Cómo dejarte ir?…

Busco la forma todos los días con una contradicción tan grande y profunda en mí… he buscado la forma, créelo, hasta en las recetas de la abuela, de la vida y de la fe, ¿cómo curar un corazón desquebrajado?…

 

¿Cómo unir las piezas de tu falta?…

Y la respuesta no he encontrado…
No sé cuánto ha pasado desde que no estás… pero este dolor parece jamás terminar…¨
No sé cuánto tiempo ha pasado desde que te escribí estas palabras… sumido en mi dolor y melancolía… pero entendí muchas cosas… Entendí que no hay formula exacta… no hay un remedio casero… ni una forma indolora de llevar acabo ¨el soltar¨ a alguien que amas…
Entendí que NO soltarte era NO aprender, era NO integrarte a mi vida y eso me molestaba tal vez más que tu partida…

 

Me di cuenta que poco a poco iba pegando los pedazos de mi con ese pegamento de amor puro y sin reproches, ese pegamento compuesto de momentos donde me acompañaste y me enseñaste de ti, de mí y de la vida… nunca me diste clases de cómo vivir… me lo modelaste… a tu estilo y forma… y lo agradezco…

 

Ese pegamento fueron esos momentos, los que hoy día honro y me hacen fuerte, pues integro tus enseñanzas y así te doy lugar en mi historia… ese corazón mío no luce como antes… tiene cicatrices, tiene costuras… tiene historias embalsamadas de ti… las atesoro… las abrazo… las comparto… tal vez no para los demás, pero sí para mi… y me cuento los momentos juntos para soltarte y dejarte en mi… ¨te acuerdas cuando hicimos….¨ y sonrío ampliamente….

 

Uní cada una de las partes de una manera diferente, más cómoda, mi corazón fue tornándose multicolor de nuevo… me sorprendí riendo a carcajadas, me escuché cantando a viva voz al manejar, me descubrí repitiendo tus palabras para aconsejar y usando esa frase tuya socarronamente, me hice fuerte, más fuerte de lo que pensé que podría ser, regresaron mis ganas de mirar las estrellas a medio día, mis ganas de hablar por horas, mis ganas de respirar profundo y llenarme de vida…

 

Me di cuenta que retenerte NO es amar, ES egoísmo… egoísmo de no aceptar que las cosas no son como quisiera, pero mantenerme así, detenía el flujo natural de la vida, de MI VIDA…

 

Me di cuenta que aceptar que no estás en este presente es aceptar que estas en mi… en mi mente, en mi vida y en mi historia…
Me di cuenta que aún amando… podemos dejar ir… para quedarme conmigo y honrarte desde donde estés…

 

Si de pronto me ves derramar unas lágrimas… despreocúpate… no estoy haciendo más grande la herida… estoy acariciando mis recuerdos tuyos, acomodándolos de nuevo de una forma diferente y protegida… porque ahora sé que sabes que siempre estarás dentro de mi…

 

Mientras tanto, solo queda decirte… ¡Gracias por tu historia en mí! Te honro y te dejo ir…

 

 

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Escrito por: Jesús Alfonso Corona, Psicólogo

(Visita su perfil dando click al nombre o aquí)

 



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