Entendiendo las pérdidas y el duelo
Todos hemos sufrido pérdidas y vivido duelos a lo largo de nuestra vida sin ni siquiera estar consiente de ello.
El no estar consiente de algo, no nos salva de no padecer las consecuencias desagradables, es decir, no porque un niño desconozca que la lumbre quema se va a salvar del dolor si mete la mano al fuego. Pasa lo mismo con las pérdidas y el duelo, no porque no sepamos de su existencia nos vamos a salvar de padecer las emociones desagradables que se experimentan. Es por eso que hoy te quiero compartir qué son las pérdidas y el duelo, ya que entre más entendamos estos procesos, más elementos tendremos para salir fortalecidos de ellos…
Una pérdida es algo que teníamos y dejamos o vamos a dejar de tener. Abarca desde algo simple y material como una joya, hasta una ruptura amorosa, la pérdida del trabajo o la muerte de un ser querido. También es algo que yo deseaba y no pude alcanzar, como una profesión o el deseo de ser madre o padre.
Hay pérdidas más significativas o importantes que otras y eso va a depender de que tan apegados estemos de aquello que perdimos.
En el momento que se presenta una pérdida en nuestra vida, se detonan sentimientos, conductas y cambios en nosotros que nos van a ayudar a adaptarnos emocionalmente a la nueva realidad que estamos viviendo. A este proceso de adaptación emocional lo llamamos duelo.
Una pérdida, sin importar lo que haya sido, nos va a llevar a vivir un duelo. Es un proceso que se atraviesa comúnmente en cinco etapas. Estas etapas no son consecutivas, se pueden presentar o no en las personas, el duelo es un traje a la medida, cada uno lo experimenta de forma diferente. Hay tantas formas de experimentar un duelo como personas en este mundo.
Las etapas que se experimentan al estar en duelo son la negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Cada etapa tiene un objetivo específico y trae consigo emociones distintas para ayudarnos a afrontar la nueva realidad.
La etapa de negación busca ayudarnos a amortiguar la emoción después de que recibimos una noticia impactante, normalmente experimentamos mucha angustia; la etapa de ira tiene como objetivo principal darnos fuerza para protegernos y poder sobrevivir, podemos sentir enojo, envidia, resentimiento; la etapa de negociación busca aliviar nuestro dolor de manera momentánea y podemos sentir culpa y/o autoculpa; en la etapa de depresión aparecen sentimientos de tristeza, decepción y soledad que buscan principalmente que nos aislemos para mirar hacia nuestro interior y que hagamos cambios; finalmente, en la etapa de aceptación podemos llegar a experimentar paz, tiene como objetivo ayudarnos a mejorar nuestra vida a pesar de las pérdidas.
El transitar de manera adecuada el proceso de duelo, nos ayuda lograr una estabilidad emocional después de haber sufrido una pérdida.
Si tu eres un doliente, puedes acercarte a un psicólogo o psicólogo tanatólogo que son los especialistas en manejo de duelos, para que te den acompañamiento en este duro camino.
Psic. Alicia Corona Romero