La resiliencia ante la pérdida

La resiliencia ante la pérdida

“Las tormentas hacen que los árboles echen raíces más fuertes”.

Dolly Parton

 

Tras la muerte de un ser querido, esperada o inesperada, el dolor es inevitable. Pareciera que en nuestra cultura tocar el dolor es “algo” negativo y no permitido; ya que hay una asociación inevitable al sufrimiento, sin embargo, existe una diferencia entre vivir en sufrimiento y fluir en el dolor.

 

Si consideramos que el dolor nos acompaña desde nuestro nacimiento, en nuestras experiencias de vida, incluidas las heridas y cicatrices, podríamos darnos cuenta que el dolor es como el faro para el capitán, solo nos muestra el camino de regreso a nosotros mismos, a nuestra esencia.

 

¿Qué es el dolor?

Es tocar la fibra más íntima de nuestro Ser; es SENTIRNOS vulnerables, en el fondo de un silencio, y desde ahí tocar los sentimientos y el vacío de la persona ausente, para darle un nuevo cauce.

 

Así pues, fluir en el dolor es una parte natural, inherente e inevitable del ser humano. Mientras que el sufrimiento nos estanca en una zona de victimización y adormecimiento.

 

Jorge Bucay en su libro de Hojas de Ruta, nos alienta a encontrar ese hilo conector que nos permitirá salir adelante ante la adversidad, en El Camino de las Lágrimas.

 

¿Qué nos recomienda?

1. Permitirnos estar de duelo.
2. Abrir nuestro corazón al dolor.
3. Comprender que recorrer el camino requiere tiempo.
4. Ser amable conmigo mismo/a.
5. No tener miedo de volverme loco.
6. Aplazar algunas decisiones importantes.
7. No descuidar mi salud.
8. Agradecer las pequeñas cosas.
9. Animarme a pedir ayuda.
10.Procurar ser paciente con los demás.
11.Tener mucho descanso, algo de disfrute y una pizca de diversión.
12.Recordar cómo resolver situaciones difíciles que me sucedieron anteriormente.
13.Aceptar lo irreversible de la pérdida.
14.Entender que elaborar un duelo no es olvidar.
15.Aprender a vivir de nuevo.
16.Centrarme en la vida y en los vivos.
17.Definir mi postura frente a la muerte.
18.Reencontrarme en la fe.
19. Buscar las puertas abiertas.
20. Compartir mi experiencia, cuando tenga una buena parte del camino ya recorrido.

 

¿Qué debo tener siempre en mente?

Recuerda que eres una Persona llena de recursos internos, lista para navegar en medio de las tormentas, pero si tú solo vas a navegar tus posibilidades de naufragar se incrementan, por lo que es importante que reconozcas y tejas una red de apoyo y personas queridas para ti.

 

Juntos la tormenta termina y vendrá un nuevo amanecer. Siempre hay señales en nuestro camino, solo hay que permitirnos estar atento/as a ellas.

 

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Escrito por: Laura Mejorada Granada, Psicoterapeuta

 

(Visita su perfil dando click al nombre o aquí)

 



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