Llorar y gritar

Llorar y gritar

“Sufro porque mi corazón está en ese ataúd, no está en su sitio pues me fue arrancado por la muerte”    J.A.

 

Recuerdas algún funeral al que asistieras y no escucharas a algunas personas decir cosas como “ya no llores”, “ya cálmate”, “si lloras no lo dejas descansar en paz”. ¿No?, todo lo contrario, hay una respuesta ante el llanto de otra persona e incluso la propia que nos hace recordar por ejemplo cuando se trata de un bebé o un niño, ¿Qué es lo que sucede cuando ellos lloran? A veces lo hacen con intensidad y gritos, el adulto o aquel que observa esto, normalmente busca consolar, callar el llanto con palabras, con un abrazo e incluso alguna cosa.

 

En este caso aquel niño o bebé está comunicando algo, una persona que llora por una perdida reciente también,  y  no esté esperando ser callado.

 

Cuando se ve a alguien sufrir de esa manera en donde hay gritos, hay llanto, un desborde y ausencia de control de sí mismo, el actuar de los demás comúnmente va encaminado a suprimir ese llanto, no ver más así a la persona,  sobre todo si es un ser querido quien se encuentra así, esto es muy diferente a contener, acompañar y comprender.

 

Momentos de llanto y soledad.

“A través de una serie de combates particulares, de combates que exigen una gran pérdida de tiempo y energía, el sujeto debería entonces deshacer, disolver cada recuerdo, cada esperanza a través de la cual la libido estaba ligada al objeto”. –Freud.

 

Llorar, gritar, estar enojado o enojada cuando has perdido a una persona importante en tu vida, por su muerte o su partida, no tiene por qué ser vergonzoso, para algunos hay sentimientos de culpa, otros se esfuerzan para  no estar en estas condiciones por cuestiones más sociales, no verse mal ante los demás, o “ser fuerte” habrá quienes digan que no se pueden permitir estar así y esta lucha resulta a un peor, no gritar no llorar y no gastar palabras en un duelo puede ser perjudicial incluso físicamente, el cuerpo terminara diciendo aquello que te niegas a expresar.

Cada vez es más frecuente ver que se da poco tiempo a un proceso de duelo, incluso en los funerales en algunas ciudades las capillas de velación ofrecen muy poco tiempo, y no solo aquí podemos ver esto, las redes sociales, los comentarios, los mensajes van más encaminados a detener el llanto, a “estar bien” “echarle ganas” no a manera de dar aliento y apoyar, más bien pareciera  una invitación forzada a evitar el dolor.

 

Buscar estar a solas en esos momentos no es perjudicial, familiares y amigos pueden ayudar brindando atenciones pero permitir que la persona tenga su propio espacio en soledad, no se equivoca aquella canción que dice “Si me ves que a solas voy llorando es que estoy recordando a un amor que no consigo olvidar”, es parte de un proceso de aceptación, es una reconciliación entre reproches, enojo, perdón y dolor con aquel ser querido que se ha ido.

 

Puede llegar a sorprender ver distintos escenarios, incluso pensar que la persona ha llegado “a la locura”. Es mejor no juzgar si la persona afronta el dolor cantando, escribiendo constantemente publicaciones en redes sociales sobre su dolor, entre otras actitudes que malamente se consideran victimización.

¿Dejar que la persona sufra?

Si te preocupa no saber cómo ayudar a una persona que se aísla, o llora constantemente, lo importante es identificar o preguntar si esta persona ha tenido una pérdida reciente o si se encuentra en un proceso de duelo, o simplemente está triste, sin presionar ni exigir una respuesta, se trata de acompañar, estar pendiente, evitar consejos, opiniones, tratar de obligar a acelerar el proceso, brindar recursos, permitir que esa persona se exprese de la manera que pueda y escuchar.

 

Se debe reflexionar sobre si la intención de ayudar a esa persona es realmente por ella o por calmar la angustia propia.

“No eres tú, soy yo “ ¿alguna vez viste esta película?, con algunos toques de comedia hay algunas escenas en donde el protagonista llora muchas veces, grita, no deja de hablar de lo que sucedió y en cierta medida las personas que forman parte de su vida tratan de ayudarlo, a veces le critican y es que en realidad nadie estará en el lugar de quien sufre, cada dolor es vivido diferente. Esta película es un ejemplo de un proceso de duelo y lo que sucede cuando alguien llora, grita y sufre y vive su proceso.

 

¿Qué hacer en esta etapa?

En realidad generalizar y dar una respuesta a esta pregunta cual receta que se debe seguir o consejo no es adecuado, cada persona vive esta etapa de tal manera que incluso comentarios y opiniones sobre que debería hacer, y más si son basados en experiencias de otras personas llega a ser molesto, no existe una fórmula para eliminar el dolor y sufrimiento.

 

De lo que se trata es de comprender a que se debe que suceda, y saber que es esperado y completamente aceptable, expresar en  llanto cuantas veces sea necesario, entender lo doloroso que es perder o dejar a alguien sin querer o haber estado advertido, renunciar a recibir más su amor o ver su presencia.

 

Habrá quienes escriban sobre su dolor en algún diario, cartas, o prefieran cantar. Lo más importante es no guardar o esconderse por opiniones de otros.

 

Permitirse llorar y expresar el dolor con el paso del tiempo nos hace sentir que algo va cambiando y de alguna manera sanando, veremos que este llanto no será por siempre.

 

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Escrito por: Anabel Sauceda Balderas, Psicóloga y Psicoterapeuta

 

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